jueves, 21 de mayo de 2009

Funciones del coordinador (2)

Morris Taylor es un bahá'í que ha sido consultor para importantes compañías en los EEUU y un destacado conferenciante. Con ése trasfondo ha escrito un libro muy importante sobre el funcionamiento de las Asambleas. Lo ha hecho de una forma muy amena, de fácil lectura; el libro se titula "Helping Joe Strong" y la traducción en español se titula "Ayudando a Pepe Fierro". Pepe Fierro es miembro de una Asamblea con dificultades y decide visitar una comunidad vecina que sabe que funciona bien. Es a través de esas visitas que cada miembro de asamblea le muestra cómo mejorar. El libro no es la solución a todos los problemas pero nos da el espíritu por donde podemos marchar. No se lo debe perder.

En el libro Taylor menciona los pasos a seguir en la consulta, que todos deben tener presente pero sobre todo el coordinador. Estos pasos se recomiendan en muchos libros bahá'ís:

  1. Definir el asunto a discutirse. Aunque parezca evidente este punto es importante ya que cualquier asunto tiene muchas ramificaciones. Es principalmente la responsabilidad del coordinador el saber cuándo recordar a los amigos que se han apartado mucho del tema principal. Los miembros deben aceptar que el coordinador les traiga al tema principal
  2. Establecer y confirmar todos los hechos pertinentes al asunto. Este paso está unido al anterior. Todo esto ayuda a definir el asunto.
  3. Identificar los principios espirituales y administrativos pertinentes. A veces, las reuniones tienen lugar en un lugar donde no hay acceso fácil a la literatura bahá'í o por la complejidad del asunto tomaría mucho tiempo buscar las citas pertinentes. A veces no hay que buscarlas en los libros, basta que algunos amigos definan cuales son. Eso es decisión del grupo pero sí conviene definir los principios envueltos. Si no se tienen claro, se puede considerar posponer el asunto para otra fecha.
  4. Aplicar los principios anteriores al asunto en una discusión plena, franca y amorosa dando a todos la oportunidad de expresar su opinión.
  5. Adoptar una resolución por consenso, o si es necesario, por voto mayoritario y,
  6. Si la decisión conlleva acción, decidir cómo la acción se implementará.
Y ahora viene lo interesante:

En el libro Pepe Fierro se queda preocupado por la parte del consenso y dice que llegar a ese consenso puede ser muy difícil a veces y sugiere una manera para llegar a ese consenso.

Recordemos que 'Abdu'l-Bahá nos pide que sólamente debemos votar cuando no se pueda llegar a un consenso. Debemos hacer todo lo posible por llegar a consenso, que el acuerdo sea unánime. Morris Taylos nos señala que los requisitos para que esto se pueda lograr son dos: no votar y no esperar total acuerdo. Vamos a repetir eso: no votar y no esperar total acuerdo. Algunos pueden pensar que eso es una locura, que hay contradicción en esos dos puntos y sin embargo, en la consulta se necesita flexibilidad, desprendimiento, olvidarnos de nosotros mismos y de nuestras posturas rígidas.

Voy a citar del libro:

- Espera un minuto, -dijo Pepe- Yo puedo entender la regla de "no votar" Hemos aprendido con dificultad que al votar tendemos a cortar la consulta demasiado rápido. Pero ¿el "no esperar total acuerdo..."? Yo pensaba que ese era el objetivo del consenso.

- Sí, en un sentido eso es. Pero no te olvides: estamos tratando de llegar a una decisión que todos puedan apoyar. Eso no quiere decir, necesariamente, que t odos en la asmblea estén de acuerdo en que la decisión es absolutamente la mejor (). Quiere decir que todos en la asamblea sienten que sus preocupaciones han sido escuchadas y consideradas adecuadamente. Cuando se escoge una dirección o un rumbo, los detalles que se desean pueden variar de persona a persona; pero generalmente cada miembro se siente cómodo con la decisión.

Pepe asintió. - Ahora veo lo que tu quieres decir. Pero eso todavía no me contesta la pregunta de ¿cómo se logra ese punto de consenso?

- Bueno, ahora que tú me haces la pregunta, recuerdo que J.T. (la coordinadora) hace algo muy interesante- y muy efectivo. Siempre que estamos listos para tomar una decisión, primero, ella repite ladecisión propuesta para claridad. Luego, ella pregunta si alguien no está de acuerdo. Si el sentimiento no es unánime, ella siempre pregunta a los individuos que no están de acuerdo una o más de las siguientes pregutas:

  1. ¿Qué información necsitas para que puedas das tu apoyo a esta decisión?
  2. ¿Qué puntos o resultados piensas que no hemos tenido en cuenta en esa decisión?
  3. ¿Qué podemos hacer (añadir o cambiar) para que esa decisión sea una que tú puedas apoyar?
¡Hey! -dijo Pepe- moviendo su mano agitádamente a los largo del papel. - ¡ esas son preguntas excelentes! !Fácilmente pienso en un par de situaciones que se hubieran podido resolver mucho más rápido si hubiéramos usado ese método!

Hasta ahí la cita. Ese conversación envuelve unos puntos que merecen ser discutidos en los grupos ya sean asambleas o comités.

  1. Darnos cuenta que el principio bahá'í es llegar a consenso y sólo votar cuando no quede más remedio. 'Abdu'l-Bahá dijo: "Si después de consultar se aprueba una decisión por unanimidad, está muy bien; pero si surgen diferencias de opinión, Dios no lo permita, debe prevalecer la mayoría de voces" (La Asamblea Espiritual Local, pág. 8)
  2. Ser flexible no quiere decir que uno abandone sus principios. Como sabemos, lo más importante es el consenso, todos tratamos de lograrlo. Si no se puede, entonces, votamos. Si tenemos eso en mente y corazón podemos responder, con humildad, a las preguntas sugeridas para llegar a una decisión unánime.

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